LA RELACION DE
VIOLENCIA ENTRE EL HOMBRE Y LA NATURALEZA
La naturaleza
en si misma tiene como componente "La violencia" de variadas formas.
Nosotros no estamos libres de participar en esto, excepto que algunos tomamos
conciencia de ello. Esto sería la diferencia entre lo salvaje y lo civilizado. La naturaleza es el mundo y, en consecuencia, el humano forma parte de
ella. Lo que nos diferencia de otras especies que la conforman es nuestra
conciencia, no solo de nosotros mismos, sino de todo lo que nos rodea: el
hombre tiene la capacidad de cambiar, a gusto y necesidad, todo lo que tiene a
su alcance para utilizarlo en su beneficio.
En lo
que a mí respecta trato desde una visión realista y práctica, el convencer a
los que pueda, a cuidar nuestro planeta
La historia del ser humano es una
constante lucha por separarse de la naturaleza. Hecho que le resulta inútil, ya
que forma parte de ella.El ser humano vivió, y lo sigue
haciendo, involucrado y en constante conexión con fenómenos ambientales y seres
vivos semejantes a él. Sin embargo, a medida que la calidad de vida de las
personas mejoró, éste contacto -que al principio era claro y evidente- se fue
deformando: hoy se puede vivir y morir sin necesidad de un contacto visual con
un árbol, algo totalmente impensado para nuestros antepasados que, hace nada
más unos pocos miles de años, lo hacían todos los días ya que significaba una
fuente de alimento y energía indispensable para la vida en sociedad.
El hombre se ha convertido en el voraz
destructor de la fuente natural de su propia vida, en su afán por superarse y,
que en cierta forma se siente un poco Dios; creador, inventor, transformador,
dueño de la vida, patrón del universo, se olvida que todas las cosas en la
naturaleza no están hechas por azar, que cada especie ocupa su lugar en la
rueda de la vida, que cada una tiene un rol.
Y así pudiéramos hacer una relación de cuanta
cosa destruye y/o intenta destruir el hombre en su paso por la tierra y cada
generación, como si fuese la última que fuera a existir. Tanto es el afán
destructor del hombre, que intenta por igual destruir su pasado y el pasado
histórico, los patrimonios de la humanidad
Aquí tenemos un ejemplo
extremadamente engañoso: ¿Acaso el árbol no es igual de indispensable para
nosotros como lo fue para nuestros ancestros? El oxígeno que respiramos todos
los días y que nos permite vivir, ¿no es producto del proceso fotosintético? O,
ciertos alimentos de nuestra dieta ¿no son provenientes de sus ramas? Las
respuestas a las preguntas acabadas de plantear no pueden más que ser
afirmativas.
Al resaltar la complejidad de nuestra de la relación con el medio ambiente en el que estamos inmersos, podemos darnos cuenta de la importancia que tiene la naturaleza para nuestra existencia. La tendencia moderna a vivir en la ciudad no nos permite pensarlo, lo que facilita el descuido. Este hecho perjudica principalmente al ser humano ya que la naturaleza, y el mundo, pueden existir sin necesidad de nosotros, pero es imposible para nosotros vivir sin la naturaleza.
Al resaltar la complejidad de nuestra de la relación con el medio ambiente en el que estamos inmersos, podemos darnos cuenta de la importancia que tiene la naturaleza para nuestra existencia. La tendencia moderna a vivir en la ciudad no nos permite pensarlo, lo que facilita el descuido. Este hecho perjudica principalmente al ser humano ya que la naturaleza, y el mundo, pueden existir sin necesidad de nosotros, pero es imposible para nosotros vivir sin la naturaleza.
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